Conflicto armado interno: Ecuador y las bandas

El pasado martes 9 de enero se vivió un episodio de terror cuando un grupo armado tomó un canal de televisión pública en Guayaquil en medio de una transmisión en directo. Además, presos de hasta seis cárceles se amotinaron y hasta 140 guardias penitenciarios fueron secuestrados y muchos, incluso, asesinados. Las bandas han salido a la calle a expandir el caos y el presidente ha declarado un “conflicto armado interno”.

Según el Latinobarómetro de 2023, el 87 % de la población ecuatoriana está insatisfecha con su democracia. El país sudamericano ha aumentado su tasa de criminalidad estos últimos años y ha terminado 2023 con 46,5 homicidios por cada cien mil habitantes, que la convierte en la tasa más alta de la historia nacional. Además, el 91 % de los crímenes siguen bajo investigación, es decir, solo uno de cada diez asesinatos cometidos en 2023 ha sido resuelto. Este país se ha visto influenciado por las bandas criminales tanto nacionales como internacionales y ha terminado el año como el país más violento de América Latina.

Ecuador, puerto de distribución de cocaína

Ecuador está acrecentando su importancia en el tema del paso de droga de América Latina. Carolina Sampó, doctora e investigadora del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas de Argentina mencionó a BBC Mundo “Ecuador tiene un rol central, hace un tiempo ya en el transporte de cocaína tanto hacia Estados Unidos como hacia Europa”. Ecuador se ha convertido en punto de paso de cocaína y hasta un tercio de esta droga procedente de Colombia pasa por ahí antes de ser llevada a Norteamérica para su posterior transporte a Europa.

Ecuador cuenta con una ubicación geográfica que la sitúa muy cerca de Colombia y Perú, principales productores de cocaína del mundo. Además, apenas posee un control estatal sobre el territorio marítimo y aéreo que facilita las embarcaciones sin revisión, lo que muchas bandas criminales y cárteles de la droga han aprovechado. De esa manera, desde 2019 se ha casi triplicado la droga incautada en el país y ha conducido a un aumento de violencia y asesinatos.

Daniel Noboa, presidente con solo dos meses en el cargo a raíz de la renuncia de Guillermo Lasso con el mecanismo de “muerte cruzada”, ha visto cómo el país que lidera se encuentra en un mar de pánico y descontrol, y ha propuesto una serie de reformas para solucionarlo. Una de ellas es penalizar el consumo de drogas a pequeña escala e invertir en avances tecnológicos, como drones, para advertir y neutralizar la delincuencia organizada en las fronteras.

Crisis carcelaria: fuga de los líderes

Todas estas acciones violentas ocurridas en Ecuador que han protagonizado los medios de comunicación han tenido lugar a raíz de la fuga de Adolfo Macías, también conocido por su mote “Fito”, de la cárcel del Litoral de Guayaquil el domingo 7 de enero. “Fito” pertenece a la una de las bandas criminales narcoterrorista más peligrosas de Ecuador: Los Choneros. Aún le quedaban más de 20 años de condena tras su ingreso en la cárcel en 2011 por numerosos delitos graves, cuando se escapó mientras era trasladado a una prisión de máxima seguridad.

Además de “Fito”, uno de los jefes de la banda criminal Los Lobos se fugó de la cárcel de Chimborazo tras solo llevar una semana en prisión, mientas provocaba una serie de enfrentamientos con policías y agentes penitenciarios. Noboa ha mencionado que hay 22 grupos a los que considerará organizaciones terroristas, entre las que efectivamente están tanto Los Lobos como Los Choneros. Todos estos grupos han provocado motines en cárceles, donde muchos presos se han escapado; atentados con coches bomba, tiroteos de civiles e incluso la toma de un plató de televisión.

Estas acciones violentas han surgido como respuesta a las medidas del nuevo presidente por mejorar las medidas contra la criminalidad. “Se deben impulsar reformas profundas en las cárceles y tener un programa de segmentación adecuado, en el cual al 17%, que es el más violento, tenerlo totalmente aislado”, declaró en una entrevista con el medio Primicias. Noboa pretende internar a los presos más peligrosos en cárceles especiales y crear también unas flotantes.

Conflicto armado interno

Ante toda esta situación, Noboa decretó este lunes 8 de enero el “estado de excepción” durante 60 días por una “grave conmoción interna”. Todo esto significa que se han implementado una serie de medidas como las siguientes:

  • Intervención de las Fuerzas Armadas para mantener el orden público y prevenir posibles actos contra civiles.
  • Suspensión del derecho a la inviolabilidad del domicilio, para que las Fuerzas Armadas puedan realizar inspecciones en viviendas por posibles indicios.
  • Establecimiento de toque de queda diario en el intervalo de 23:00-05:00.
  • Suspensión del derecho a la libertad de reunión.
  • Suspensión del derecho a la libertad de tránsito.

Apenas un día más tarde se complementó este “estado de excepción” con la declaración de Noboa sobre la existencia de un “conflicto armado interno” y se ordenó al ejército a salir a la calle para restablecer el orden. Según el derecho internacional, un conflicto armado interno ocurre cuando se enfrentan grupos armados estatales contra uno o más grupos no estatales dentro de un país, y se aplica para proteger a civiles y personas no involucradas en hostilidades.

Los comentarios en contra de la decisión del joven presidente no tardaron en llegar, puesto que no es la primera vez que un país en América Latina modifica su estatus y luego no cumple con el periodo de tiempo pactado. Los analistas coinciden con que el Estado debe prevenir las violaciones de los derechos humanos, no solo de los civiles, sino de toda la población, puesto que ya se han difundido en las redes numerosos vídeos de presos y delincuentes capturados en el que no se respetan dichos derechos humanos.

Bukelización y la política de mano dura

“Mano dura, reformas carcelarias profundas e inversión en tecnología contra el crimen” es lo que propone el presidente ecuatoriano ante esta situación de crisis del país. El método impuesto por el presidente salvadoreño Nayib Bukele de mano dura contra las pandillas planea hoy sobre el estado de crisis en el que se encuentra Ecuador.

En 2019 se lanzó el “Plan Control Territorial” en el Salvador, que se encontraba con unos índices de criminalidad altísimos y el presidente Bukele, en menos de dos años, consiguió reducirlos a la mitad. El líder salvadoreño ha logrado acabar con la delincuencia, aunque el “cómo” sigue siendo un misterio, ya que muchos derechos humanos se han visto violados para conseguirlo, cosa que a la mayor parte de la población no parece quitarle el sueño gracias a que ahora se sienten más seguros.

La situación en la que se encuentra Ecuador ahora puede llevar a Noboa a seguir los pasos de Bukele para que la inseguridad no siga creciendo. El presidente ya ha hecho declaraciones firmes, que recuerdan a las del presidente salvadoreño, al declararle la guerra al narcotráfico y demostrar firmeza en contra de los grupos criminales.

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