Sea en campaña, pre-campaña o, incluso, en el día a día, las encuestas ya forman parte de la política y de la información que nos llega constantemente. En periodos sin elecciones es cierto que vemos menos, sólo barómetros mensuales o encuestas concretas por temas que estén despuntando en ese momento. Pero si faltan pocos meses para unos comicios, una encuesta política se vuelve, en parte, fundamental. Pero, ¿cómo funcionan unas encuestas? ¿Son realmente importantes?
Foto fija
Lo primero que hay que saber de las encuestas es que son una fotografía fija del momento preciso en el que se realiza la encuesta, con independencia de cuándo se convocarán, realmente, las elecciones. El mejor ejemplo lo tenemos en la propia pregunta que se hace a los encuestados: Imagine que mañana se celebrasen elecciones generales, ¿a qué partido votaría?
Lo que se busca con esta formulación es conseguir la intención de voto más fiel del encuestado. Porque ya es un problema fiarse de lo que contesta alguien por teléfono, pero aún lo sería más si propusiéramos un ejercicio de imaginación de unas hipotéticas elecciones dentro de dos o tres años.
A pesar de todo, la encuesta no es 100% fiable. Primero en cuanto a la participación: hay más gente que dice que irá a votar de la que realmente participa después en las elecciones. Esto se debe a que no a todo el mundo le gusta admitir que no participará en unas elecciones. Siguiendo con este argumento, muchos tampoco quieren expresar a quién votarán: por vergüenza, para ocultar su voto real, etc.
Cómo leer una encuesta
Con todo, las encuestas son esa fotografía que comentábamos. Pero quizás no es una fotografía que muestra toda la verdad. Lo más importante de las encuestas es acumularlas y compararlas. En otras palabras: las encuestas nos dan mucha información, pero la más importante se obtiene comparando las encuestas. De fotografía en fotografía obtenemos una tendencia, que es donde realmente aportan algo las encuestas. ¿Está este partido en una tendencia positiva o negativa? Eso es lo que podemos decir con más seguridad, más allá de si la intención de voto será del 25% o el 30%.
Más allá de esta primera gran información en la comparación, una sola encuesta o barómetro también nos aporta información si miramos en profundidad, no solo a la intención de voto: nivel de conocimiento de los líderes, aprobación de estos, corriente de opinión sobre políticas y temas candentes y un largo etcétera. Los partidos tienen sus propios trackings no sólo para captar la intención de voto sino para tomar la temperatura de la sociedad también en cualquier temática, posibles candidatos, etc.
Un ejemplo al respecto es el Partido Demócrata de EE.UU. entre 2022 y 2024, que elaboró decenas de encuestas masivas para saber si Joe Biden era el mejor candidato para unas elecciones presidenciales o, como ha acabado sucediendo, era mejor sustituirle por otro candidato, en este caso Kamala Harris. Es evidente que las encuestas pueden fallar, pero tener información es siempre mucho mejor que no tenerla.
Encuestas fiables
De la misma manera que hay gente que se pregunta qué medios de comunicación son más fiables, ocurre también con las encuestas. ¿Cuáles son más fiables? Antes de nada, debemos recordar que las encuestas son una fotografía fija del momento, que su mayor aportación es la capacidad de comparar y crear una tendencia y que, por supuesto, pueden fallar.
Con todo, es más recomendable fiarse de aquellos barómetros y encuestas que ponen a nuestra disposición los datos en bruto, esto es, los microdatos anonimizados de cada encuestado para que nosotros, con herramientas estadísticas, podamos reproducir los resultados que destacan en el medio de comunicación o, incluso, tratar de encontrar otros datos interesantes.
Encuestadoras públicas, como el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) o, en el caso catalán, el Centre d’Estudis d’Opinió (CEO), tienen a disposición de todo el mundo los archivos con todos los microdatos anonimizados. A su vez, algunas empresas demoscópicas privadas, como 40db -suele trabajar para la Cadena SER y El País-, también ofrece la posibilidad de descargar los microdatos.