En nuestro país encontramos representación de otros países y estamos familiarizados con los conceptos de embajada y de consulado. Desde la calle, la mayoría de ellos se reconoce por ostentar una gran bandera del país al cual representan. Pero, ¿cuál es la diferencia entre embajada y consulado?
Empezamos buscando diferencias entre embajada y consulado en el diccionario. Si buscamos embajada y consulado en el diccionario de la Real Academia de la Lengua nos vamos a frustrar bastante porque no nos va a ayudar, en absoluto, a entender la diferencia entre ambos conceptos.
Para este diccionario, la embajada es la residencia del embajador; y el consultado, la casa u oficina en que despacha el cónsul. Así pues, ¿cuál es, en realidad, la diferencia?
¿Qué hace un consulado?
Empezamos confirmando algo que la mayoría ya intuye: una embajada es más importante que el consulado. Es más: podríamos encontrar un consulado dentro de una embajada. ¿Cómo eso es posible? ¿Qué hace un consulado?
Los consulados son entidades relacionadas con un Estado que se encuentran dentro de las fronteras de otro estado y cuya función principal está relacionada con lo que conocemos como trámites burocráticos. En un consulado es donde se expiden visados, certificados de residencia, pasaportes, registrar nuevos nacimientos, matrimonios, fallecimientos, etc. A pesar de todo, también es donde puedes acudir si tienes un problema fuera de tu país.
A estas alturas es posible que alguien esté pensando que “para este tipo de papeleo también he acudido a una embajada”. Sí y no: como hemos mencionado antes, dentro una embajada podemos tener una Sección Consular. Este es el nombre que recibe un consulado cuando se encuentra dentro de una embajada y es el departamento, dentro de dicha embajada, que se encarga de los trámites burocráticos. Si el consulado está fuera de la embajada, se llama Consulado General.
Un Estado puede tener varios consulados en un país extranjero, pero solo una embajada. Cada uno de los consulados estará dirigido por un diplomático, al que llaman cónsul, y dependerán todos ellos de la embajada que tenga el Estado en ese país tercero. De ahí que, volviendo a la afirmación primera, una embajada es más importante que el consulado.
¿Qué hace una embajada?
Dicho esto, falta por saber cuáles son las funciones de una embajada. Su principal misión es representar al país A en un país B, con el objetivo de fomentar las relaciones diplomáticas, económicas y comerciales, así como facilitar la negociación de acuerdos entre ambos países.
Es decir, una embajada hace un trabajo político o diplomático ‘de altas esferas’ (mientras que el trabajo del consulado es más de día a día. ¿Se pueden hacer trámites en una embajada? Sí, porque, formalmente, esos trámites se realizan en la sección consular de dicha embajada.
Las embajadas, ¿territorio extranjero?
Existe un mito que dice que las embajadas son territorio del país al cual representan y que, pisarlo, es como pisar territorio de ese país. No es del todo falso pero debemos referirnos al concepto de extraterritorialidad.
Según este concepto, del Derecho Internacional, una embajada está exenta de cumplir con la legislación del Estado en el cual se ubica. Por ejemplo: la embajada española en China está exenta de cumplir con la legislación china, para cumplirse, dentro de la embajada, las leyes españolas y, por supuesto, las internacionales. ¿Podría, por ejemplo, entrar la policía o ejército china en la embajada española? No, a no ser que lo autorice el embajador.
En definitiva, la diferencia entre una embajada y un consulado tiene relación con las tareas a desarrollar y con el orden jerárquico, sabiendo que una embajada tiene un estatus superior a un consulado.