“Nunca más el autoritarismo” fue una de las primeras frases que pronunció Bernardo Arévalo en su primer discurso como presidente tras su triunfo electoral, con un 58 % de los votos, para el mandato de cuatro años que le espera. La victoria frente a Sandra Torres Casanova, ex primera dama, ha supuesto un antes y un después en la Historia de Guatemala al ser la primera vez que un candidato progresista es elegido desde el inicio de la democracia en 1985, tras décadas de conservadurismo.
Arévalo se convierte en presidente y jefe de Estado tras unos meses de transición en el que el Ministerio Público y parlamentarios de la legislatura anterior intentaron impedir su investidura. De hecho, el presidente saliente, Alejandro Giammattei, no se presentó en el Congreso para la ceremonia de traspaso, lo que lo tuvo que hacer su secretaria. Arévalo se ha convertido en todo un símbolo de lucha contra la corrupción.
Bernardo Arévalo y Movimiento Semilla
Bernardo Arévalo asumió la presidencia este 15 de enero del 2024, un año cargado de movimientos electorales. Arévalo nació en Uruguay y es hijo del expresidente guatemalteco Juan José Arévalo (1945-1951). Ingresó como diplomático de carrera hasta que en 1999 comenzó a trabajar como asesor para la consolidación de la paz en conflictos internacionales. Tras las manifestaciones de 2015, Arévalo y algunos intelectuales conformaron el Movimiento Semilla, partido político de tendencia progresista y socialdemócrata.
Guatemala siempre ha sido víctima de la corrupción de altos mandatarios, lo que provocó una serie de protestas en 2015 contra el gobierno del momento, de Otto Pérez Molina (2012-2015) para protestar contra ella, denunciada tanto por el Ministerio Público como por la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala. Movimiento Semilla nació de este descontento, aunque no se registró en el Tribunal Supremo Electoral de Guatemala hasta 2017.
Movimiento Semilla es un partido socialdemócrata, ecologista y progresista perteneciente a la alianza de izquierda Internacional Progresista (IP). El partido cuenta con cinco principios ideológicos en el que destacan: la construcción de la democracia, la equidad, el impulso de la economía, el respeto por la naturaleza, y el reconocimiento de un país plural. El partido se presentó a las elecciones generales de 2019, donde Arévalo consiguió ser diputado al Congreso.
En 2022, fue designado como secretario general y posteriormente candidato a la presidencia para las elecciones de junio de 2023. Tras una primera vuelta en la que ningún candidato consiguió mayoría, en agosto se realizó una segunda con dos protagonistas: Sandra Torres, de la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE) y Bernardo Arévalo. Arévalo consiguió el 58 % de los votos, frente a Torres que consiguió el 37 %. Su victoria suponía todo un cambio para el país: era una alternativa a la política tradicional y a la corrupción del país.
¿Qué pasó tras la victoria de Arévalo?
La victoria de Arévalo en agosto del 2023 alteró el panorama nacional: los partidos perdedores pidieron un segundo recuento de votos y nueve partidos de derecha, incluido el del expresidente (Vamos), alegaron irregularidades y fraude electoral en favor de Arévalo y presentaron varios recursos legales ante la Corte de Constitucionalidad y la Corte Suprema de Justicia. El Ministerio Público incluso llegó a pedir la suspensión de la formación. María Consuelo Porras, jefa del Ministerio Público; Rafael Curruchiche, fiscal; y Fredy Orellana, juez, fueron los principales instigadores de este proceso para desautorizar al líder del Movimiento Semilla.
Ramiro Muñoz, el encargado del Registro de Ciudadanos, emitió un comunicado que hacía referencia al artículo 92 de la Ley Electoral de Partidos Políticos: “no podrá suspenderse un partido después de la convocatoria a una elección y hasta que esta se haya celebrado”. Bernardo Arévalo, tras esto, indició que “nada puede impedir legalmente que tomemos posesión el 14 de enero de 2024, tal y como está establecido constitucionalmente”. Asimismo, la Organización de Estados Americanos (OEA) afirmó en un comunicado que “no tiene fundamento alguno ni motivo debidamente demostrado”.
Fueron más de 100 días de resistencia en favor de la democracia y veinte días de octubre en el que el país estuvo bloqueado por continuas manifestaciones de todas las clases sociales contra la Fiscalía. Además, gracias al apoyo de la Unión Europea, la OEA y Estados Unidos consiguieron que el 14 de enero Bernardo Arévalo se consolidase como el 52º presidente de la República de Guatemala.
¿Qué pasará ahora?
A pesar de la tumultuosa transición, Bernardo Arévalo tuvo su sesión de investidura cerca de la medianoche del domingo a raíz de los obstáculos que los parlamentarios de la legislatura saliente plantearon. “Los diputados tienen la responsabilidad de respetar la voluntad popular expresada en las urnas. Se está intentando vulnerar la democracia con ilegalidades, nimiedades y abusos de poder” publicó el ahora presidente guatemalteco en X, antes Twitter.
Al evento estuvieron invitados diversos jefes de Estado, como el rey de España, Felipe VI, además del Alto Representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell. Todos ellos se reunieron de urgencia este domingo ante el retraso en la toma de posesión de Arévalo de hasta diez horas. El contexto posterior de las elecciones del pasado año sumado a esto hizo saltar las alarmas y los temores de un “golpe de Estado” empezaron a circular. “Están dilatando la instalación del Congreso en su décima legislatura porque no quieren darle posesión a Arévalo”, declaraba a la prensa José Inés Castillo, del partido Unidad Nacional de la Esperanza (UNE).
Ahora, tras el boicot por parte del Congreso y el Ministerio Público, Arévalo pudo prestar juramento como presidente de Guatemala la madrugada de este lunes. En su primer discurso ha anunciado inversiones en agua, electricidad, salud, educación y vivienda. Desde el ejecutivo, impulsará acciones para evitar el mal uso de los fondos públicos. Sin embargo, considera que lo más urgente y lo primero en lo que hay que trabajar es “frenar la corrupción”.
